Proyección al universo.

Alrededor de mi, alrededor de mi se me ocurren puras cosas bellas.

Alrededor de mi se me ocurre gente con criterio, no simples borregos.

Gente que no le de miedo mirar hacia adentro,

Porque saben que encontraran su complemento.

Gente que se atreva a cambiar si no se siente especial.

Gente de carne y hueso y no de cristal.

Personas diferentes,

Personas locas, personas locas por vivir, por sentir, por soñar, por crear.

Personas intensas, que vuelen alto muy alto pero que también sepan aterrizar.

Personas que contagien abrazos, que regalen sonrisas, que dediquen tiempos.

Personas que lo entreguen todo, hasta el corazón de por medio si es necesario.

Personas capaces de tocarse el corazón, personas llenas de amor.

Personas que quieran cooperar y este mundo mejorar.

No quiero gente que mire por arriba del hombro, si no lo contrario

Que sepa mirar por debajo de la ceja.

Donde lo importante no sea la razón si no la comprensión.

Personas que se sorprendan de su alrededor, y no simples robots.

Gente empapada de vida, llena de colores, sabores, olores, sensaciones.

Gente que baile, que cante, que se comunique, que se exprese.

Gente sin rencores ni amarguras,

Gente deseadora del bien a todas horas.

Alguien que se ría con sonrisa completa

Alguien que no le dé pena mostrar su silueta.

Si, alrededor de mi se me ocurren muchas cosas bellas.

A mí alrededor te me ocurres tú,

Tú que ya estás aquí y compartes cosas contigo,

Pero también tú, tú persona maravillosa

Que algún día en mi destino tropezaras.

A mi lado te me ocurres tú como mi mejor accesorio.

PARA TI...

Dile tu luna, dile tú cuando lo observas en las noches,

Que lo tengo esperando toda una vida y sin reproches.

Dime tu lluvia, tú que has tocado sus mejillas, dime si llegará algún día.

Estrella de mi corazón, hazme un favor, contándole mi secreto de amor,

Dile que por más de una noche en mis sueños lo he visto pasar,

Mejor cuéntale que cuando se mete en mis días, me estremece las rodillas.

Viento viajero, susúrrale al oído que no tarde mas y que venga conmigo,

y si no te escucha concédeme un favor tocándole el corazón,

Para que su propia intuición lo traiga hasta la puerta de este amor.

Energía divina, dame la sabiduría, y prepárame para el día.

Y tu universo, guía su camino para que un día, se tope con el mío.

Que si es para mí y yo para él, algún día nos tenemos que conocer.

Que comience la función.

Que comience la función, con muchos distractores en acción.

Mil estímulos en el aire, muchísimos espectaculares.

Lo principal se ha convertido, en placeres incluidos.

Sin poderte preguntar a donde es que tu vida quieres llevar.

Y así con un chip vas caminando,

el cual te dice para donde debes ir andando.

Compra, agota, complace, satisface.

Comenta, critica, envida y malicia.

Es lo que te venden como la prioridad para tu felicidad.

La tele te comunica que conocerte no te glorifica.

La radio te escupe un amor y desamor

Que solo te llevan a una dependencia sin superación.

Y entre el ir y el venir de estos estímulos sin fin.

No hay un espacio más en donde uno pueda pensar,

En lo importante en realidad.

Y el mundo que gira cada vez más cansado y deteriorado,

Y tú que solo vives cada día mas enajenado.

Y así el hombre un ser superdotado, se va deteriorando,

Porque quiere conseguir lo inconquistado

y no sabe disfrutar de lo amado.

Uno va gastando esa fuerza espiritual,

para conseguir lo material.

A excepción de unos pocos locos que logran despertar,

de este enajenamiento cultural,

Para ver la cruda realidad,

de un mundo que ocupa unidad para poderlo mejorar.

EL FIN DE UN PRINCIPIO, Y EL PRINCIPIO DE UN FIN.

Llegaste a mi vida como el niño de la patineta y poco a poco te convertiste en el niño que con sus malabares de fuego logro encender la llamita que tenía apagada dentro de mí. Y no solo empezaste a encender esa llamita, si no otras más que no sabía ni siquiera que estaban ahí, o más bien no quería verlas.

Me invitaste a tu mundo, un mundo libre, lleno de sueños, valiente y sin prejuicios. Yo me vestí de valiente, me peine de soñadora y me perfume con un toque a libertad y decidí entrar a este mundo, disfrutando cada día contigo. Cada día donde tú te ibas adentrando más e ibas encendiendo más y más llamitas. Era mágico estar contigo, “nuestro mundo” como le llamábamos a esa sensación de cuando estábamos los dos y el mundo de alrededor desaparecía por completo.

Risas, sueños, controversias, cuestionamientos, filosofías, trips, sensaciones, sabores, confesiones… a tu lado todo esto se daba de la forma más natural del mundo. Pero cada día que pasaba a tu lado, había algo dentro de mí, una llamita dentro de mí que en vez de encenderse más se estaba apagando.

Y sí, paso algo, ese mundo se desplumo tan rápido y de repente y la verdad es que ya no sé si por mi miedos e inseguridades yo detuve este sueño mágico y me hice bajar al mundo real, o, si por el contrario, yo quería forzar algo que por naturaleza no estaba fluyendo. Lo único que sé es que por más que tratamos de juntar estos mundos paralelos, solo rozaron sus puntas pero nunca los convertimos una realidad.

Nunca pudimos hacer que ese mundo, “nuestro mundo”, fuera el mundo real de cada uno de nosotros… Como decía yo y como tú lo dijiste en algún momento, de vuelta al mundo real… solo que con una ventaja, todas las demás llamitas siguen encendidas.